LAS CORDALES
A la edad de 18 años, un adulto tiene en promedio 32 piezas dentarías, 16 en el Maxilar Superior y 16 en el Maxilar Inferior. En la actualidad el crecimiento de los maxilares ha disminuido debido a los cambios en el tipo de alimentación de una dura a una mas blanda, provocando así reducción en el tamaño de los huesos.
¿Por qué es necesaria la cirugía de cordales?
- Falta de espacio en las arcadas dentarías y esa cordal genera presión y dolor pues no encuentra espacio para acomodarse.
- Infecciones derivadas de la presión de las cordales que no encuentran modo de erupción al exterior.
- Desequilibrio en el alineamiento natural de todos los dientes y problemas de mordida
- Desarrollo de quistes o tumores.
¿Una cirugía de cordales requiere de un cirujano maxilofacial?
Sí, porque las secuelas de una mala cirugía pueden ser irreversibles.
Como su nombre lo indica, estamos hablando de una cirugía que como cualquier otra, puede tener complicaciones. De ahí la importancia que quien lo haga un cirujano maxilofacial que sabe cómo controlar y prevenir riesgos asociados, entre otros a:
- Hemorragia aguda en consulta
- Daño de los nervios sensoriales de la cara – Parálisis facial
- Infecciones que de complicarse pueden afectar órganos vitales y requieren de tratamiento de urgencia en hospital
Por eso, la cirugía de cordales debe ser realizada por un cirujano especialista que tenga experiencia y conocimientos en el manejo de procedimientos quirúrgicos.
Consejos naturales para recuperarse de la extracción de cordales
Gasa estéril para disminuir el sangrado
Utilizar una gasa estéril y aplicarla en la zona, manteniéndola mordida con la boca cerrada ayudará a disminuir la hemorragia. Se recomienda hacerlo siempre con la boca cerrada, de 15 a 30 minutos y repitiendo la acción hasta que la herida deje de sangrar.
Compresas o paños de hielo para disminuir la inflamación
Durante las primeras dos horas utilizar unas compresas frías o paños de hielo ayudarán a disminuir la inflamación y el dolor.
Debes evitar hacerlo directamente sobre la piel ya que podrías quemarla, y utilizar una servilleta o toalla para envolver el hielo o la compresa de hielo.
Se recomienda aplicarlo durante 5 minutos, para luego descansar 15 minutos, y hacerlo sucesivamente durante 2 horas.
Ejercicios suaves y sencillos
Es normal que durante los primeros días, además de que la mandíbula pueda estar dolorida, te cueste abrir la boca.
Para ayudarle en su recuperación, puedes cerrar y abrir la boca con sumo cuidado y poco a poco. Esto te ayudará a restaurar el movimiento y la función normal de la mandíbula.
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